El edificio municipal se pintó de gris y hoy gris azulado, como presagio de una administración sin norte, cargada de intenciones adversas a la, solidaridad y futuro. No es difícil entender la fuerte caída de nuestro cantón, si miramos este cuerpo enfermo desde su cabeza, una primera autoridad que ha ocupado su energía en el revanchismo político y hasta personal contra quienes no siguen sus acciones o su imagen con idolatría.
Previo a la pandemia, usó sus primeros 9 meses para atentar contra los derechos de 23 empleados municipales, se concentró en la destrucción y usurpación de obras ejecutadas por anteriores administraciones pintando y soldando soles en el trabajo de otros, basta mirar su video promocional de cantonización dónde aparecen obras como el mercado de Apuela, viseras de estadios y adoquinados, realizados tiempo atrás de su llegada. Al mismo tiempo persiguió y amenazó con denuncias sostenidas en mentiras a contrarios políticos y representantes de organizaciones sociales como la UNORCAC, que hoy en crisis sanitaria, desde la organización comunitaria desarrollaron estrategias para cuidar a sus comuneros.
9 meses de administración previo a la pandemia dónde se realizaron un par de trabajos de maquillaje presentados como grandes obras; un evento para mostrar la obtención del titulo de Pueblo Mágico, que vale decir, también corresponde al trabajo de la anterior administración; visitas y más visitas de ministros a quienes se les ha mostrado únicamente los proyectos de sus aliados hacendados, desconociendo las iniciativas de la población cotacacheña; el alza de sueldos desigual a empleados municipales (para unos 12 dólares y para otros, los directores, un promedio de 200 dólares); La contratación de un asesor jurídico externo que se presume gana más 7.000 dólares, esto teniendo un procurador síndico que ha demostrado servir únicamente para cargar papeles (si a eso se le puede llamar servir) y que gana 2.076 dólares, ¿será eso corrupción?. El atentado contra los derechos de las personas con discapacidad despojándoles de espacios peatonales (hoy que la apuesta mundial es por calles para la gente y no para los autos) e intentado arrebatar su sede de funcionamiento; el ataque contra la identidad cultural y artística de Cotacachi borrando murales, desapareciendo del mapa casi en su totalidad a la Radio Pública Cotacachi y destruyendo el museo de las culturas (retiró las salas de la Rumba Habana y Segundo Luis Moreno y hasta el letrero, porque en lugar del sol tenia a la mama Cotacachi); la iluminación navideña dónde se gastó aproximadamente 40.000 dólares y por último y a riesgo de cometer una omisión, el gasto de aproximadamente 300.000 dólares en la fiesta de la jora 2019 y la feria cuero moda internacional, dónde su plato fuerte fue un evento artístico para el cual se debía pagar una entrada de entre 12 y 25 dólares.
¿Alguien ha recibido información sobre los resultados de esa feria? ¿Se ingresó a las arcas municipales lo recaudado en dicho concierto? ¡Ojalá estas preguntas algún día tengan respuesta¡
Quedan aún muchas irregularidades por enlistar y que en su momento la justicia deberá sancionar acorde a las faltas cometidas; sin olvidar que estos actos han sido aupados por sus jefes, directores, la vicealcaldesa y un concejal. Esto es un recuento corto que muestra el espíritu de esta alcaldía.
Hasta el momento son ya 14 meses de administración y su accionar muy poco ha variado.
𝗟𝗮 𝘁𝗲𝗼𝗿𝗶́𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝘀𝗮́𝗹𝘃𝗲𝘀𝗲 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗻 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗮.
A partir del mes de marzo, una vez desatada la emergencia sanitaria, aparece uno de los peores momentos que ha vivido el Ecuador y Cotacachi, pero al mismo tiempo se ha convertido en el mejor pretexto para justificar la ineptitud de la actual administración, aunque esto ha quedado claro también en el manejo de la crisis.
Vemos ahora, luego de 4 meses, que su accionar como presidente del COE Cantonal ha sido un saludo a la bandera y un “lavado de manos continúo”, ocultando que las decisiones del COE las ratifica el alcalde basado en las recomendaciones de sus médico asesoras.
Desde la alcaldía acciones tibias y otras tardías como la desinfección esporádica de calles, la entrega “en comodato” de bombas para fumigación a las comunidades y compra de kits alimenticios a una de las empresas más grandes del país, desconociendo a los productores locales, esto con 3 meses de retraso en relación a la etapa de cuarentena obligatoria, quizá la más dura para todos. Y es hoy frente al reclamo ciudadano y la presión de tres concejales, que empiezan a transparentar información, al menos, sobre el número contagios, acciones del COE y campañas frente al COVID 19.
Han sido la organización comunitaria y las iniciativas ciudadanas de la zona urbana, andina, Intag y Las Golondrinas las que durante un buen tiempo han aportado a reducir el impacto del COVID 19 en Cotacachi, lamentablemente estas buenas acciones se ven reducidas frente a esta nueva etapa agresiva de propagación del virus y además frente al desinterés y prepotencia de la primera autoridad cantonal, que en sus prioridades tiene el atacar y desconocer el trabajo de las demás autoridades no afines a su accionar. Una pequeña muestra es el ataque contra el Comisario Nacional, con una misiva dirigida al Gobernador de Imbabura que termina, inclusive, pidiendo a Dios que lo ilumine y bendiga (cuantas cosas malas se hacen en nombre de Dios)
Esperamos hasta el momento acciones contundentes y positivas que sean dignas de comentar.
Dicen los expertos que los meses de agosto y septiembre serán aún más fuertes refiriéndonos al numero de contagios y muertes provocadas por el virus y aunque se han emitido protocolos desde el COE Nacional, es necesario para la gente, conocer cuales son las acciones a tomar por parte de la municipalidad. Estamos conscientes que la responsabilidad de la población es vital para desacelerar el número de contagios, pero deberíamos saber también cual ha sido o será la inversión para la adquisición de pruebas que permitan detectar casos positivos y ser más efectivos en los cercos epidemiológicos; aunque sea difícil de mencionar, cual es la inversión para el tratamiento de cadáveres por COVID 19, sobre todo de aquellas familias de escasos recursos que no tendrán dinero para una bolsa para cadáveres, cremación o servicio especializado de inhumación ¿o es a caso que se piensa poner en riesgo para este trabajo a policías municipales u obreros de las cuadrillas?.
Al parecer sus desatinos y acciones únicamente para la propaganda, corresponden a una estrategia del “sálvese quien pueda”: Desarrollar inmunidad colectiva con al menos el 60% de la población contagiada y con anticuerpos, estrategia que ha demostrado su fracaso en países ricos, que han tenido que dar marcha atrás en esta intensión.
Que cada cual entierre a sus muertos como pueda en una fosa común; que cada negocio sepa como atender a sus clientes, que cada emprendimiento vea como hacer que sus negocios sobrevivan; que cada cual use la mascarilla que pueda y como pueda. Que cada persona de este cantón más seguro del país (logro de la policía nacional y no de la alcaldía, al cual tuvieron que arrimarse) se salve y salve a los suyos como pueda. Estrategia que al parecer es entendida por sus promotores como el mejor manejo de la crisis.
Pero además hay una crisis económica que se agudiza y frente a esto han existido propuestas como el no cobro del agua potable por lo menos de los tres primeros meses de pandemia, no cobro de impuestos y otras, sin embargo, se ha hecho caso omiso argumentando que son medidas populistas. ¿Acaso es populismo ofrecer un ahorro a los golpeados bolsillos de los cotacacheños?
Hasta el momento no se conoce de un plan de reactivación de la economía local o apoyo a artesanos y emprendedores, acorde al nivel de gobierno ¿o será que eso también es un secreto?. Resaltamos la creación de huertos en las comunidades, dónde la buena noticia no serían los huertos como tal (al parecer no hay más que contar), sino, su proyección, lo que se espera; de lo cual poco o nada se sabe.
Quizá la única aspiración es ahorrar en la salud de la gente y a futuro invertir en obras que en algo cubran la pobre administración municipal, obras que de seguro para muchos sectores serán importantes, pero en otros casos corresponden a un intento desesperado por ganar respaldo político, que le permita obtener algo del respeto perdido por su accionar conflictivo y soportar el embate de una población cada vez más descontenta que ha decidido resolver sus conflictos por cuenta propia, cuando deberían ser atendidos desde la municipalidad.
Nos queda como siempre el fortalecer la organización social, actuar como población siendo responsables de nuestro cuidado, ser críticos frente a la pésima información y datos erróneos a pesar de tener permanentemente las fichas desde el Distrito de Salud, y no comer el cuento de publicaciones repetidas una y otra vez desde distintos ángulos, como estrategia de divulgación en redes sociales, de un trabajo escaso, gris y con muy bajo impacto para bien de Cotacachi.
Es la gente que, con responsabilidad y acciones organizadas desde la familia, sabrá sobre llevar este duro momento.
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